Incluso la más ligera llovizna es suficiente para que el estado de ánimo de todos caiga instantáneamente. Recuerda a todo el pueblo a junio de 2013, cuando las colinas de Uttarakhand fueron inundadas de lluvia con una explosión de unas nubes de fuerza inimaginable. El agua arrolló aldeas enteras y arrastró laderas, matando a cientos de personas.
 

El estado de ánimo podría caer con las nubes grises, pero el espíritu de la aldea de Langoudi, en el valle de Kedar, está lejos de disminuir. Al entrar en la aldea, el claqueteo de los telares proporciona una nota de fondo constante. Un edificio en el pueblo está particularmente ocupado. El centro de toda la actividad es un montón de acogedoras habitaciones a la entrada de la aldea. Este sonido es solo una muestra de un zumbido más palpable en una unidad tejedora un poco lejos de aquí. Este edificio está reservado para una pequeña oficina, donde los diseños y los planes futuros se dibujan. Otra pequeña sala es el área de formación donde las mujeres aprenden temas relacionados con ventas y marketing.  En este pueblo, las mujeres tienen influencia en el negocio del tejido. Desde que las inundaciones devastaron a las familias, dejando a muchas mujeres para ganarse la vida sin sus maridos, la dinámica ha cambiado enormemente.
 

Impulsando el sustento de ellas mismas entre las mujeres de Kumaoni, Mukti Datta es quien dirige el barco de Panchachuli. Fundada en 1998, la sociedad tejedora de mujeres tiene como objetivo acoger a una considerable cantidad de mujeres de la aldea para capacitarlas en el arte del tejido. De hecho, la idea no es solo enseñarles cómo tejer, sino también adaptarse a los productos contemporáneos, entender la calidad y el círculo completo de precios, ventas y marketing. Estas mujeres están aquí para construir una marca de gama alta de estolas, chales, bufandas y mantas tejidos a mano en su propio pueblo.
 

Aunque Panchachuli comenzó en Kumaon, este proyecto se llama “Mandakini” por el río homónimo que fluye en esta región. El modelo de Panchachuli va a replicarse aquí para llevarlo en la misma trayectoria del negocio. Estos productos encuentran su camino a tiendas de gama alta de diferentes países. La práctica del comercio justo permite que los ingresos fluyan de nuevo a las manos de los tejedores. La organización ha tocado las vidas de más de 500 mujeres hasta ahora.
 

Mientras las sinergias del aprendizaje se ponen en uso con la experiencia de esto en Kumaon por más de dos décadas, la energía en torno al proyecto es infecciosa. El entusiasmo en torno al proyecto está manteniendo las esperanzas vivas. Más que tejer hilos coloridos, las señoras están tejiendo sus sueños para un futuro mejor. Las tejedoras de Uttarakhand reclaman algo más que la condición de ser cabezas de familia.
 

Si quieres descubrir la bonita región de Kumaon contacta con nosotros mediante engage@creative.travel