En toda la India, los edificios históricos han sufrido minuciosas renovaciones para transformarse en algunos de los hoteles más bellos del mundo.

El Taj Lake Palace, en Udaipur, de mármol blanco y con 83 habitaciones, parece flotar sobre el agua, como lo ha hecho desde que el maharana lo encargó en 1746. Devigarh Palace, construido en 1760, se convirtió en Raas Devigarh en 1999 después de 15 años de renovaciones. Taj Falaknuma Palace, encargado en 1884 por el sexto Nizam de Hyderabad, se convirtió en un hotel de 60 habitaciones en 2010. El último en sufrir esta transformación es Alila Fort Bishangarh, una fortaleza guerrera de 230 años de antigüedad, que ha necesitado casi 10 años para convertirse en un escondite ultra lujoso.

Haciendo su debut magnífico el 1 de julio, en un pico espectacular, encima de una cumbre altísima de Aravalli, la fortaleza Bishangarh no es ningún palacio. Ingeniosamente, la renovación dedicó una adición significativa a la estructura de siglos de antigüedad para alojar la mayoría de las 59 suites del hotel (precio de $285 por noche, con suites a partir de $325 por noche). Al igual que la fortaleza en sí, las habitaciones son más minimalistas que adornadas, acentuadas con toques rajastaníes, como telas Jaali y telas impresas en bloque. De particular interés son las 18 Habitaciones Heritage, donde los huéspedes pueden contemplar el impresionante paisaje rajastaní a través de ventanas de estilo jarokha con cenefas desde sus asientos acolchados en las ventanas.

Los huéspedes del complejo, que se encuentra a una hora de viaje desde Jaipur, encontrarán tres restaurantes de servicio completo dentro de las paredes de 6,5 pies de espesor de la antigua fortaleza. Amarsar sirve cocina occidental y cocina india local; para una comida más contundente, pueden cenar en Nazara, que utiliza areneros y espetones para asar sus sustanciosas entradas. Después de la cena, los huéspedes pueden dirigirse al bar Madhuveni, que alberga un salón de puros y whisky, escondido en una de las torres del fuerte. Y, para quienes quieren descansar con una pizca de drama, el spa es un oasis de tranquilidad y rejuvenecimiento, situado en un lugar muy poco probable: la antigua mazmorra de la fortaleza.

El Registro de Marcas de la India ha asignado una marca registrada de imagen al hotel Taj Mahal Palace de Bombay. Esto la convierte en la primera estructura en la India en obtener este registro de marca, uno de los muchos «primeros» de este referente de la ciudad, y lo incorpora a un grupo de élite de estructuras de marcas registradas en todo el mundo, mejorando su estatura en la industria hostelera internacional.

Conseguir una marca registrada asignada es solo uno más de los «primeros» conseguidos en sus 114 años de existencia. La historia cuenta que el fundador del grupo Tata, Jamsetji Tata, decidió establecer el hotel después de que se le negara la entrada al Watson Hotel, que solo permitía la entrada a blancos. El Taj fue el primer hotel de lujo construido por un indio, y el primer hotel de lujo de Bombay.

En el momento de su inauguración, era el único hotel en la India con electricidad. También fue el primero en tener ascensor, un bar con licencia, un restaurante de todo el día y una discoteca. Ha hospedado a los líderes del movimiento de la Libertad India, como Muhammad Ali Jinnah, Sarojini Naidu y a muchos otros. Lord Mountbatten, último virrey del Raj británico de la India, anunció la independencia del país de sus escaleras en 1947.

En una nota más triste, la cúpula envuelta en llamas y humo se convirtió posiblemente en la imagen más persistente de los ataques terroristas de Bombay en 2008. Cuando el Taj Palace reabrió un año más tarde, se convirtió en otro símbolo para Mumbaikars, que representaba el espíritu de la ciudad.